lunes, 7 de septiembre de 2009

Hay que tomar la palabra al presidente

“Hay que reconocer que los ciudadanos no están satisfechos con la representación política”

Felipe Calderón

Marcos Avendaño

Con motivo de su Tercer Informe de Gobierno, el presidente de la República, dirigió un mensaje a la clase política reunida en Palacio Nacional y transmitido por la televisión a todo el país. En dicho mensaje el Presidente pronuncio la frase que encabeza este artículo, donde implícitamente reconoce y acepta su fracaso como gobernante.

Suena crudo, pero es la realidad y el presidente tiene sobrada razón, porque el clamor de las clases populares es tener seguridad en su persona y en sus bienes: quieren equidad y bienestar social, y ve y siente que el gobierno no satisface sus expectativas de vida; por eso hay irritación social en el país y el riesgo de un estallido social está latente. Esto, desde luego no es invento mío: se basa en las cifras de la propia Sedesol donde reporta que la pobreza va creciendo.

Claro que los ciudadanos no están conformes con la representación política actual porque tuvo muchas esperanzas en el 2000 cuando Fox venció al PRI y ofreció cambios. Ya van 9 años con gobiernos panistas y el panorama no cambió ni mejoró.

En el discurso de Calderón se notó a un presidente desesperado, agobiado y preocupado por la situación del país y no es para menos, dada la responsabilidad de él como presidente. Aunque dio cifras alegres sobre algunos logros de su gobierno como el seguro popular, construcción de carreteras, Pro-árbol y empleo temporal entre otro, lo cierto es que son mas grandes nuestros males como la crisis económica por la que estamos pasando y en donde el propio Banco de México reconoce que la resaca durará años; la pandemia de la influenza que afectó la salud y con repercusiones en la economía vía disminución del turismo; el crecimiento del crimen organizado; la caída de la producción y el precio del petróleo; y para acabar, la sequia prolongada que azota en la mayor parte del territorio nacional.

Ahora el presidente Calderón convoca a un Dialogo Nacional para establecer un pacto para sacar al país de donde está. Este llamado es positivo pero puede resultar un diálogo de sordos. Las palabras del presidente se oyeron muy bonitas; casi las dijo de memoria, sin leer y con un tono florido, recordando los discursos de Echeverría, López Portillo y Carlos Salinas, aunque lo que se trata no es de describir la realidad sino transformarla.

Lo que se hace urgente es cambiar el rumbo de la Nación. Hace falta cambiar el modelo económico porque el neoliberalismo no ha dado resultados en ninguna parte del mundo, ya que sólo produce y aumenta el número de pobres.

Hay que tomarle la palabra al presidente: es la hora de cambiar y cambiar a fondo. Recordemos que en las calles hay mucha gente sin empleo y los productos de la canasta básica suben y suben de precio. Hay que vencer inercias, pero también la inercia de los ricos, no solo la de los pobres, y construir nuestro futuro.

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