lunes, 7 de septiembre de 2009

Don Hermilo y los hombres fuertes como el tigre




Neftalí González Huerta



Muchos aspectos llenan la vida cultural de Acatlán, Puebla. Es de las ciudades mixtecas que con gran plenitud enarbolan la cosmovisión Ñuu Savi. Gran parte de su acontecer cotidiano demuestra su cultura. Así lo vemos en sus artesanías de barro, en el rescate de algunos bailes y de su música. Pero la dimensión que tiene la danza de Los Tecuanes es enorme…hasta el infinito.




Muchos hombres han vivido para esta danza, la han llevado en sus entrañas y han muerto con ella. Estos hombres siempre contagiaron a las nuevas generaciones el ímpetu, el misticismo y la alegría de los sones, la coreografía y esa forma tan peculiar de caminar y de actuar del personaje central de la danza: el tigre.


El hombre que se adentra como personaje del tigre debe tener gracia, porte y elegancia para los movimientos, conocer cada uno de los sones y hacer las reverencias con los tigres de otros grupos de tecuanes.


No hay hombre ni mujer de Acatlán que no lleve en su interior al tigre y a la danza de Los Tecuanes, por eso se dice que los acatecos son los hombres fuertes como el tigre.


Uno de los hombres muy identificados con la danza es Don Hermilo Orta Castelán, quien muy pronto nos impregnará con la música de esta danza en un álbum de 2 discos.


Don Hermilo Orta Castelán se inició en la pasión y en la excitación de la danza de Los Tecuanes a los 10 años de edad. Su entorno familiar estaba constituido por músicos de la danza. Su abuelo y su padre eran herederos de la magia de los sones que integran el repertorio místico de la danza.


En su casa escuchaba y observaba a su papá, lo seguía en las fiestas. Veía como trabajaba el carrizo para hacer su flauta. Dormía junto a la flauta y el tambor y aprendió a escoger el carrizo para hacer sus flautas. De manera lírica se grabó las notas de los sones, así como los pasos y la coreografía. Al paso de los años fue asentando sus conocimientos y su influencia musical entre los danzantes acatecos.


El bisabuelo de Don Hermilo quizá haya sido el primer músico de la danza de Los Tecuanes cuando empezó a bailarse en 1889, su nombre fue Atanasio Orta Jiménez y fue originario de Chignahuapan, Puebla, pero vino a radicar a Acatlán. Además del gusto por la música y la danza, Don Atanasio transmitió a sus hijos y nietos el trabajo de la albañilería y la pirotecnia.


El árbol genealógico continúa con Don Matías Orta Jiménez, hijo de Don Atanasio, a quien identifican muy bien los ancianos de Acatlán.


Matías Orta, que nació en 1900 o en 1901, formó parte de la generación que consolidó la danza en Acatlán, como el legendario Don Efrén Jiménez. Algunas personas aún cuentan episodios y anécdotas de su vida.


Luego siguió Don Félix Orta Reyes, quien nació el 18 de mayo de 1926 y murió el 14 de enero de 2009, a los 83 años de edad. Fue hijo de Don Matías. Su comportamiento, su trato con los lugareños, su ímpetu y su prestancia para animar la danza hicieron que se ganara el respeto y la admiración de los acatecos como el gran maestro de la música de Los Tecuanes, además, fue el formador de varios músicos.


Actualmente tenemos a Don Hermilo Onésimo Orta Castelán, quien heredó de Don Félix, su padre, las cualidades de la música. Lleva en sus entrañas la memoria oral de una gran parte de la cultura acateca, de la cultura mixteca…de los Ñuu Savi.


Don Hermilo grabó por primera vez, en los primeros años de la década de 1980, un disco L. P. (long play, en inglés; de larga duración, en español) auspiciado por el profesor Anselmo Bravo Reyes, nativo de San Bernardo, población cercana a Acatlán. Este disco para el recuerdo y para la historia se llama Folklor acateco y sus danzas autóctonas, con Hermilo Orta Castelán.


Contiene en el lado A Son de La Marcha y Son de La Bandera. En el lado B Son del Corral, Son del Cruzado y Son Sombrero Ortiz.


Ahora Don Hermilo ha grabado un álbum de 2 discos compactos con 36 sones. Es el producto del esfuerzo de varias instituciones, de investigadores y promotores culturales independientes como la radiodifusora XETLA de Tlaxiaco, Oaxaca, perteneciente a la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, la Unidad Regional Huajuapan de Culturas Populares y la Unidad Regional de Puebla de Culturas Populares.


La asistencia del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC) en su edición 2008, a través de la Unidad Regional de Puebla de Culturas Populares, ha hecho posible que escuchemos lo más sentido de la cultura de los acatecos, los hombres fuertes como el tigre.


Este álbum se llama Tecuanes, la Cosmovisión Mixteca, y tiene la intensión de abrir los festejos por los 50 años de encuentros de tecuanes acatecos que celebraremos en 2010.

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