viernes, 19 de junio de 2009

Reducir gastos

Marcos Avendaño

Está demostrado que el costo de la nómina en la administración pública federal, estatal y municipal se lleva la mayor parte del presupuesto. Otro gasto excesivo es el gasto corriente, por lo que queda muy poco para inversión o para realizar obras, ampliar los servicios o para el mantenimiento de la infraestructura municipal.
El ramo 28 en algunos municipios tarda muy poco en las tesorerías; se diluye rápidamente al realizar los pagos ya mencionados y se tiene que esperar al siguiente mes para contar nuevamente con los recursos para salir adelante. Esto no sucede en municipios grandes o con potencial económico como Huajuapan, por el volumen de las participaciones federales y estatales que se reciben, porque la capacidad recaudatoria es mayor y por el ingreso por el pago de derechos que se obtiene. Sin embargo no hay dinero que alcance para atender todas las necesidades de la gente, y esto hay que agregar la excesiva nomina que cada tres años aumenta para cumplir los compromisos políticos.
Recientemente se hizo público que algunos directores del ayuntamiento de Huajuapan ganan más que los regidores y se piensa que lo mismo sucede con los “asesores” por lo que la ciudadanía merece una explicación de cómo se gastan los impuestos que pagamos.
En estos tiempos de crisis económica y ante el aumento de la pobreza no se justifica técnica ni moralmente una burocracia con sueldos por arriba de los diez mil pesos quincenales, habría que ver cuánto ganan los profesores con grado de maestría o doctores en ciencias en la UTM, en la UABJO, en el Politécnico o en la UNAM para tener una comparación.
Ante esto el cabildo debe revisar este asunto y la presidenta municipal dentro de sus facultades, debe evaluar el desempeño de su equipo, porque los resultados que se tienen no han causado el impacto que se planearon.
Complementando esta medida, sería positivo establecer una política municipal de austeridad para establecer un fondo que atienda posibles contingencias o atender compromisos de campaña no resueltos por falta de recursos.
Reducir gastos es factible, la ciudadanía lo vería bien.

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