Qué haría usted con ¡doscientos millones!

Raúl Sotero Mendoza

¡A partir de este sábado usted y su familia tienen una cita con el programa Todo mundo cree que sabe!: Horario triple A, emisión de televisa, conduce Marco Antonio Regil y amaestra la maestra Elba Esther Gordillo. En cada concurso será posible que usted gane hasta trescientos sesenta mil pesos, además de obtener idéntica suma para mejorar la infraestructura física del plantel al que asisten sus hijos.
Para conseguir el premio debe resolver preguntas que corresponden al quinto grado de educación primaria, pero eso no lo llene de miedo pues contará con la ayuda de algunos chiquillos que harán gala de conocimiento, dicho sea de paso. ¡Qué maravilla! La oportunidad durará 51 semanas. 51 semanas durante las cuales se promoverá la educación de calidad, entendida, claro está, desde la pobrísima interpretación de la pudientísima dirigente.
Ahora resulta que con este reality norteamericano se logrará “porque se está consciente de la importancia de la educación en México, demostrar que se puede uno divertir educándose", según las palabras de Gordillo. Lo que no explica la profesora es que solo el contrato rindió a televisa una ganancia de casi $200´000,000.00; tampoco explica que se trata de recursos públicos, fondos que le desvió la SEP: ¿QUÉ HARÍA USTED CON DOSCIENTOS MILLONES?
Viajar por el mundo. La salud de mis abuelos. Bueno, tomarlo con tranquilidad; y luego, calmarme otro poquito. Yo, como tengo algunas casitas, acondicionarlas nada más. ¿Yo? Alimentarme y no andar de presumido para que no llegue la envidia. ¿Con doscientos millones? ¡Dios mío, no sé! Dejar de trabajar inmediatamente. Yo creo que un enorme jardín donde tenga plantas y mucha agua pa´ regarlas porque no quiero oro ni plata pero jardín y alberca sí. Una casita con closets de madera y un cuarto especial para mi guardarropa y un vestuario y un chef que levantándome sirviera mi jugo de tomate…
Todas las alternativas, todas, seguramente resultarán persuasivas, atrayentes y seductoras… Pero si se impone la realidad por delante, y sobre todo, si domina el compromiso de socorrer a la infraestructura en las escuelas, ¿Acaso no tiene mejor juicio gastar los cuatro millones de pesos que costará cada transmisión, dando 350 mil pesos a trece escuelas cada semana; que entregar 350 mil solo a una, con el fin de dilapidar la diferencia en el pago a la televisora?
La intención del programa resulta indiscutible: se trata de engatusar. Es el púlpito para predicar la verdad de la Alianza por la Calidad de la Educación. El escaparate mediático, solo eso. El circo sin pan pero con panal. Seguro que de todo el país ya están seleccionados los participantes. En el caso de Oaxaca, en alguna de aquellas emisiones encontraremos rostros conocidos. Profesores afines a la opulenta dirigente mercantilizarán la buena voluntad de los padres de familia, y hasta hallarán la ocasión para expresar que cuando hay ganas, de que se puede se puede, y que de aquí pa´ delante… las cosas van a cambiar. Y yo que me había puesto contento porque pensé que de verás… ¡Cuidado, se trata del Caballo de Troya!