La toma de palacios municipales

Marcos Avendaño

Es del dominio público la toma de los palacios municipales de Mariscala de Juárez y de San José Ayuquila. Antes fueron tomados los de Coycoyán de las Flores, Santa Catarina Zapoquila, Teposcolula y más frecuentemente el de Huajuapan de León. La toma de estos palacios la realizaron ciudadanos inconformes y algunas organizaciones sociales y políticas de distintos signos partidistas y las causas que los motivaron son diversas, pero tienen el denominador común que es la falta de atención a sus demandas y la nula solución a los problemas y necesidades de la gente.
En el caso de Mariscala y Ayuquila, los inconformes demandan transparencia en el manejo de los recursos financieros, mayor apoyo económico a las agencias, la construcción de obra que amplíen los servicios públicos, el mantenimiento a las escuelas y sobre todo un TRATO DIGNO A LOS CIUDADANOS.
Sin embargo los inconformes han señalado que solo han encontrado ceguera y sordera política a sus reclamos y que por diferentes medios han tratado de buscar la solución pacifica a sus demandas y que han recurrido a diferentes instancias del gobierno del Estado para establecer mesas de Diálogo y Concertación ,sin encontrar respuestas porque los acuerdos no se cumplen. Tal parece que hay una complicidad entre funcionarios estatales y municipales, porque dan la imagen que entre ellos se cubren, por ser del mismo partido político que los llevo al poder.
A los Presidentes Municipales de estos dos municipios les debe “caer el veinte”, es decir, darse cuenta que gobernar a un pueblo requiere mucha responsabilidad porque lo que ésta en juego es la paz y la convivencia armónica que genere desarrollo y bienestar para los habitantes de sus municipios. Al no haber esto, se tiene un descontento generalizado, hay molestia en la gente porque los recursos no son manejados con transparencia, porque ven que los Presidentes Municipales se dan una vida que antes no tenían; de ser humildes y sencillos, ahora se vuelven insensibles y tratan a la gente con soberbia y prepotencia, ahora se dan vida de rico, comprando bienes y vehículos, ante esto la gente juzga que fueron traicionados con el voto que les dieron y que todo quedo en promesas de campaña.
Esto es grave porque actualmente se ha reducido la credibilidad en las instituciones y esto es riesgoso, porque está en juego la legitimidad de los gobernantes. Recordemos la actual campaña del voto en blanco, esto en nada ayuda a la democracia. Al contrario todos debemos impulsar una Reforma del Estado que pase por las Reformas Constitucionales que eleven a rango de Ley la Iniciativa Popular y la Revocación del Mandato de los malos gobernantes por la vía del plebiscito, el referéndum y la consulta popular. Cuando esto se logre, tengo la seguridad que más de un presidente municipal, pondrá su barba a Remojar, esto desde luego que es bueno, porque de lo que se trata es de tener autoridades eficientes, que den resultados, ya que la misión del gobierno es crear un sistema de autoprotección social que tutele la protección del ciudadano y su patrimonio. Mientras esto no exista se hace necesario defender el Derecho irrefutable que tienen las masa populares para tomar las calles y realizar las movilizaciones para protestar por las injusticias, para denunciar la soberbia, la prepotencia y la sordera de los Funcionarios Públicos, para exigir soluciones concretas a los reclamos de la gente.
Las protestas son un contrapeso necesario, porque todavía en nuestro país, en nuestro Estado y en nuestra región, hay gobernantes a quienes el poder ensoberbece y enloquece a quien lo conquista, al grado de considerarlo y manejarlo como patrimonio personal.
Resulta oportuno recordar a un clásico que decía: “La razón, para triunfar sobre la fuerza, necesita convertirse ella misma en una fuerza”; es decir , se necesita que el pueblo se ponga de pie, se organice y luche conscientemente por sus derechos. Nada se da por si solo.