Neftalí González
El gran historiador Don Manuel Orozco y Berra, en el tomo IV de su Diccionario Universal de Historia y Geografía, editado en 1854, narra de una manera amena y magistral el gran episodio del sitio de Huajuapan, que aconteció del 5 de abril al 23de julio de 1812 en plena guerra por la independencia de México.
De este episodio tenemos un monumento que fue un mudo testigo de cómo la plaza de Huajuapan fue asaltada en varias ocasiones sin que los sitiadores pudieran alcanzar ventaja alguna.
Este monumento es la casa de la pólvora, que se encuentra al norte de la ciudad en la parte posterior del Cerro de las Minas, a la orilla de lo que era el camino real a la ciudad de México, que posteriormente, y por mucho tiempo, fue conocido como el camino a Rancho Reyes y que hoy es la calle principal hacia la unidad habitacional del Fovissste.
Recordemos que en aquellos años el comandante en jefe del ejercito realista en Oaxaca era Bernardo Bonavia, quien dio la orden de sitiar al ejército del coronel Valerio Trujano en Huajuapan, orden que se ejecutó el domingo 5 de Abril de 1812.
Orozco y Berra señala, que durante el sitio, los insurgentes rechazaron 15 asaltos, causando grandes pérdidas a los realistas; y aunque estos lograron penetrar una vez hasta la colectoría de diezmos, fueron desalojados de su posición y empujados hasta sus campamentos.
El sitio se prolongaba, pasaban los días, pasaban los meses y el ejército Insurgente no se rendía, entonces el alto mando realista ordenó construir la casa con piedra, con muros muy gruesos para evitar su destrozo en caso de un asalto, también para evitar que la pólvora y las armas se mojaran.
El lugar guardaba cierta estrategia militar ya que se encuentra en la parte alta y permitía divisar los movimientos de la gente en la población, también porque al encontrarse a la orilla del camino real, les permitía abastecerse de alimentos y reforzar su armamento, al mismo tiempo servía para vigilar y evitar la entrada de arrieros a la población. Era parte del campamento del Coronel Juan Antonio Caldelas, quine estaba encargado del sitio en el lado norte.
Pero el 23 de julio de ese año el ejército realista fue derrotado por la estrategia y la fuerza de los generales comandados por Don José María Morelos y Pavón. Desde entonces ésta pequeña casa fue abandonada.
Por encontrarse en terrenos que alguna vez fueron del ejido Huajuapan, y porque actualmente es parte de una propiedad privada, la casa, que es patrimonio nacional, se encuentra lejos del interés de los Huajuapeños. De ser un testimonio vivo del sitio mas largo de la guerra de la Independencia, de ser un testigo del ardid y la crueldad de los generales españoles, así como testigo de la resistencia y el nacionalismo de los soldados de Trujano, actualmente la casa es completamente desconocida para muchos, se encuentra abandonada y sirviendo de bodega para utensilios del campo.
La casa de la pólvora debe rescatarse para convertirla en un verdadero monumento que a diario nos recuerde a los huajuapeños de 1812. El ayuntamiento debe seguir el cauce más adecuado para que esa propiedad privada pase a ser una propiedad de la comunidad y un orgullo de los que aquí vivimos.
La Regiduría de Cultura del ayuntamiento de 1996 a 1998 tuvo un acercamiento con el dueño de la casa sin lograr el objetivo, porque de lo que se trata es de protegerla, de crear un espacio alrededor para la recreación y el esparcimiento, de declararlo sitio histórico y de interés turístico, que sea la visita obligada para quienes frecuentan Huajuapan y para los estudiosos de nuestra historia.
viernes, 12 de junio de 2009
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