* Las Porras han convertido las tribunas en campos de batallas; hasta balazos ha habido en Unidad Deportiva. * Contratación de jugadores foráneos para juegos de liguilla inhibe el desarrollo de los locales. * Al desaparecer las fuerzas básicas se ha terminado el “semillero” de futbolistas.
Carlos Loyola
La pérdida del “amor a la camiseta”, la falta de disciplina, el consumo de alcohol y la violencia en las tribunas están acabando con el futbol local. Si hasta hace unos años las familias se congregaban los fines de semana en la Unidad Deportiva del Carmen para presenciar los encuentros, hoy las gradas lucen desiertas, lo que se traduce en falta de motivación para los jugadores. “Si no hay quien aplauda al futbolista, quien lo anime, y hasta quien lo moleste, se le quita la pimienta al deporte”, afirma Leonel Sánchez González, ícono del equipo Santos F. C.
Pero la ausencia del público es sólo el resultado de diversos factores que han provocado que el nivel técnico en la Liga Municipal de Futbol Huajuapan y, en general, en el futbol local haya disminuido; tal vez el más significativo es la desaparición de las fuerzas básicas.
“Cuando estuve al frente de la liga, hace más de 20 años, tomábamos dinero de las categorías mayor y primera especial para pagar los arbitrajes de los equipos infantiles; después implementamos que cada equipo de fuerza mayor patrocinara a un infantil, pero esto se perdió porque veían a las fuerzas básicas solamente como un gasto, sin pensar en que los equipos infantiles les servían como promoción porque llevaban su nombre y sus colores, y a la larga podían aportar buenos jugadores para el ‘equipo grande’”, refiere.
Con la desaparición de los equipos infantiles se está extinguiendo la principal cantera de futbolistas locales. Los buenos jugadores que surgen actualmente son producto de la “generación espontánea” más que de un trabajo de formación futbolística.
Esta situación, aunada a que la inmensa mayoría de los equipos ya no entrenan y sólo se reúnen para jugar los fines de semana, provoca que los jugadores locales que se han ido a probar a equipos profesionales no hayan “dado el ancho”: “Son muchachos que tienen buena técnica, pero cuando los someten a pruebas para nosotros muy estrictas pero que son normales en los equipos profesionales, nomás no aguantan, porque aquí se ha perdido la costumbre de que los equipos entrenen por lo menos una veza la semana; y es triste, porque ha habido jugadores como Alberto Nogués, que llegó a jugar con el Toluca, y Rodolfo Buenrostro, que jugó con los Chapulineros de Oaxaca”, comenta.
La falta de entrenamiento es también la causa de que hoy se vean partidos de sólo 20 ó 30 minutos, porque en el segundo tiempo la mayoría de los jugadores ya se cansaron, e incluso hay quienes, antes de que termine el partido ya sufren los dolorosos calambres.
“Si metes un gol te pongo un cartón de cerveza”
Santista de corazón y ex presidente de la Liga Municipal de Futbol Huajuapan, Leonel Sánchez el popular Chino Pescado se muestra preocupado por la manera en que el consumo de alcohol, e incluso de drogas, ha permeado el deporte:
“Antes, cuando terminaba el partido, le dábamos a los jugadores su agua de limón, con mucho limón y poca azúcar, para que se rehidrataran; ahora, la mayoría de los equipos ya tienen a un lado de la cancha sus tres o cuatro cartones de cerveza, para cuando acabe el partido, no importa si ganan o pierden”, revela.
También es común que la motivación para que los jugadores rindan en el terreno de juego esté relacionada con el consumo de alcohol. “Ahora le dicen a los jugadores: si metes gol, te pongo un cartón de cerveza”.
Entrevistado en su marisquería ubicada a unos metros del templo de San José, Leonel Sánchez, quien prácticamente todo su vida ha estado ligado a la camiseta verde del Santos, primero como jugador y después como técnico y directivo, lamenta que esto ocurra en el deporte, cuya finalidad supuestamente es alejar a los niños y a los jóvenes del alcoholismo y la drogadicción que se han incrementado en Huajuapan en los últimos años.
El deporte como negocio
La comercialización del futbol no es privativa del balompié profesional: también en el ámbito local se manifiesta de diversas formas, entre ellas la contratación de jugadores foráneos para disputar los partidos de liguilla, e incluso la modificación del reglamento de competencia, privilegiando el aspecto económico sobre el deportivo, y hasta sobre la integridad física de los jugadores.
Refiere que actualmente es común que los equipos que llegan a la liguilla contraten jugadores de otras ciudades para que vengan a disputar los partidos de postemporada, provocando con ello que los jugadores locales, los que “se partieron el alma” durante toda la temporada, terminen en la banca, en detrimento de lo que para un futbolista es su principal motivación: la disputa por el título.
Un hecho muy grave es que el reglamento de competencia fue modificado, sustituyendo por sanciones económicas las suspensiones a los jugadores que infringían las reglas: “Antes, si un jugador cometía una falta grave o agredía a un contrario, era suspendido; ahora, le puede romper una pierna y al siguiente partido ya está jugando como si nada, porque lo único que tiene que hacer es pagar los 150 pesos de multa”.
Lo más grave es que la violencia en la cancha es alentada, incluso, por algunos directores técnicos, quienes fomentan la agresividad de sus jugadores contra los adversarios: “Hay algunos que hasta les gritan ‘rómpele una pataa’, en lugar de que los motiven a jugar, a rendir lo más que puedan, a echarle ganas, como hacíamos antes”, subraya.
Balazos en las tribunas
La violencia ha pasado de la cancha a las tribunas que, a decir de Leonel Sánchez, las porras de los equipos han convertido en verdaderos campos de batalla. Esta situación ha llegado al grado de que hace aproximadamente tres años se registraron disparos de arma de fuego, al menos en dos ocasiones, entre los simpatizantes de los equipos contendientes.
La violencia en las tribunas, sumada a la pobreza del espectáculo ha ahuyentado a los aficionados. Hoy, los amantes del futbol dudan mucho antes de llevar a sus familias a presenciar los partidos, por el riesgo que esto implica.
“Hay que revivir las fuerzas básicas”
Dedicado actualmente a actividades de servicio a la comunidad en otro ámbito, Leonel Sánchez está retirado del futbol. El equipo de sus amores, el Santos F.C., lo dirige uno de sus hijos. Pero este retiro es sólo temporal, porque una de sus metas es vivir a un lado de la cancha las bodas de oro del club, que el 22 de agosto pasado cumplió 42 años de vida.
Mientras tanto, hace un llamado, que por momentos suena angustioso, a quienes como él han dedicado prácticamente toda su vida al futbol: “Hay que revivir las fuerzas básicas; hay que alejar a nuestros niños, a nuestros jóvenes, de todo lo que se está viviendo en Huajuapan, de tanta violencia, de tanto alcoholismo y de tanta drogadicción”.
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