sábado, 22 de agosto de 2009

NIÑOS: El Niño, un cañoncito de 30 centímetros que funciona


Roberto Ignacio Círigo

¿Sabías que en el Museo Regional de Huajuapan hay un cañoncito que fue fabricado durante el Sitio de Huajuapan; que parece de juguete pero es de verdad y todavía funciona? Se llama “El Niño” y yo creo que es uno de los cañones más pequeños del mundo.


El licenciado Manuel Barragán Rojas, quien es el presidente del Patronato del museo, me platicó que durante la Guerra de Independencia de México, que empezó en 1810 y terminó en 1821, los insurgentes hicieron varios cañoncitos como el que hay en Huajuapan, y a todos les pusieron el nombre de “El Niño”.

Le pregunté por qué hacían cañones tan pequeños y me contestó que porque estos cañones costaban meno dinero que los grandes, además de que si tenían que retirarse de una batalla, los podían cargar y llevárselos fácilmente. En cambio, los cañones grandes los abandonaban si tenían que salir huyendo, porque no los podían cargar.


El cañón “El Niño” de Huajuapan mide aproximadamente 30 centímetros de largo y aunque es muy pequeñito pesa mucho, porque yo no lo pude cargar.


En 1812, cuando fue el Sitio de Huajuapan, Valerio Trujano casi no tenía armas para defenderse, pero engañaba a los españoles echando cohetes por los tubos que había en los techos de las casas antiguas, por donde bajaba el agua de lluvia.


Pero también ordenó que fundieran una campana de la Catedral para que con ese metal hicieran el cañoncito El Niño.

Como no tenía muchas municiones, llenaban el cañoncito con pólvora y piedras del río y lo disparaban, engañando así a los españoles, que no pudieron ganarle en 111 días, hasta que vino Morelos a ayudarlo a romper el Sitio.

El cañón “El Niño” estaba en el Palacio Municipal de Huajuapan, pero desde que se creó el museo está en ese lugar, para que las personas que visitan el museo, pero sobre todo los niños, lo podamos conocer.

Lo que más me llamó la atención fue saber que ´”El Niño” todavía se usa dos veces al año: la primera es el 23 de julio, en el aniversario del rompimiento del Sitio de Huajuapan, y la segunda es el 15 de septiembre, en el grito de Independencia.

En esas fechas el museo le presta el cañoncito a las autoridades municipales para que lo usen, aunque sólo lo cargan con pólvora, para que truene pero no lastime a nadie. Después, “El Niño” regresa al museo para que los niños y las persona mayores lo podamos visitar.

¿Verdad que la del cañoncito “El Niño” es una historia muy interesante?

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