NIÑOS. Esmeralda, una diputada de 11 años

Roberto Ignacio Círigo

Del 30 de marzo al 3 de abril se realizó en la ciudad de México el Séptimo Parlamento de los Niños y de las Niñas, en el que participaron 300 niños de todo el país.
Esmeralda García Castillo, de 11 años de edad, quien estudia el quinto grado de primaria en la escuela Coronel Valerio Trujano, fue electa diputada infantil por el distrito de Huajuapan y fue a la Cámara de Diputados a hablar de los problemas de los niños de la Mixteca.
El martes fui a su casa a entrevistarla, y estaba con sus papás que se llaman Anastasio García Isidoro y Julieta Castillo de la Vega, y con su hermanita Yulissa, de seis años de edad.
Me platicó que cuando fue al Parlamento Infantil habló de los problemas de los niños de esta región y conoció los de los niños de otros estados. Me contó que un niño, parece que del estado de Jalisco, habló del maltrato y cuando le preguntaron por qué hablaba de ese tema dijo que porque él también había sufrido maltrato infantil.
Esmeralda me dijo que cuando se sentó en las curules de los diputados sintió mucha emoción pero también una gran responsabilidad porque era la representante de todos los niños de la Mixteca.
Y cuando le pregunté si al sentarse en la curul no le había dado sueño como a los diputados adultos, me contestó: “Sí, un poquito, porque terminábamos muy tarde, a veces llegábamos a las 10 de la noche y nos teníamos que levantar a las 6 de la mañana y las reuniones eran muy largas, primero estábamos en las comisiones y de ahí teníamos que ir a la Cámara”.
También le pregunté si cuando sea grande le gustaría ser política y me dijo que sí, para poder decir que cuando era niña conoció los problemas del país, para exponer sus ideas y para proponer leyes, pero también para que se cumplan las decisiones que se tomen.
Cuando le pregunté qué quería decirle a los niños de Huajuapan y de la Mixteca me contestó: “Que no se queden callados, que hablen y no tengan miedo; que aunque crean que sus papás son ´más fuertes, nosotros tenemos el poder de la voz; y que se animen a participar (en el Parlamento Infantil), porque lo importante no es ganar, sino expresar las cosas que sentimos, sin miedo”.