OPINION. Huajuapan: Nos falta una sherpani

Jacinto Martínez

Sherpa o sherpas son pobladores del Himalaya. Originalmente eran personas que vivían en las montañas en Nepal. Sin embargo, debido a la importancia que tuvieron como guías y ayudantes, la palabra Sherpa se amplió a cualquier guía y ayudante en excursiones en el Himalaya. A la mujer sherpa se le llama sherpani.
Un sherpa planean, tiene objetivos y metas claras; sabe utilizar estrategias en los tiempos difíciles, en las adversidades, ya que nunca perderá el rumbo porque sabe lo que quieren y hacia dónde llegar. Se prepara física, mental y espiritualmente; pone en riesgo, si es necesario, su vida al servicio de los alpinistas, sin importar dejar familia y amigos.
Consciente de que quizás no regresará, en su mente y en su ser solo tiene una meta llevar y llegar a la cumbre sin importarles la fama, la riqueza o la gloria. Sabe que en él (o ella) han puesto toda la confianza y la esperanza de aquél que representa a una nación, a un pueblo, siendo su pago la satisfacción misma del alpinista porque sabe que es un líder.
La ciudadanía, como el alpinista, busca el desarrollo, el progreso, el bien común; pero la realidad es que estamos estancados por la ineptitud de un mal gobierno. A lo largo de esta administración municipal en Huajuapan de León, nuestra sherpani simplemente no es líder, no tiene clara su función, ni sus objetivos, mucho menos sus metas; ha demostrado ineficiencia e ineficacia en su labor como presidenta municipal; una serie de errores que demuestran que no tiene la capacidad de coordinar sus actividades, mucho menos de gobernar. Son tantas las criticas y señalamientos, que a pulso se ha ganado el repudio de un sector de la población por la nula planificación de obra pública; un informe de su primer año gobierno que a decir de los regidores de oposición no es claro y más bien está maquillado, donde demuestra una serie de inconsistencias.
Recordemos que al inicio de su gestión hizo una serie de señalamientos de corrupción en contra de la pasada administración, prometiendo que llegaría hasta el fondo y hasta las últimas consecuencias. Pero hasta el momento ¿sabrá en realidad como están sus finanzas?; ¿y el estado que guarda las arcas de la Tesorería Municipal? Las compras y obras han beneficiado sólo a unos cuantos.
Todo quedó en el discurso de campaña, convirtiéndola en cómplice, pues como de todos es ya sabido, su regidor de Hacienda no sabe o no quiere hablar con la verdad de los gastos que se han hecho de los diferentes ramos, escudándose en una serie de injustificaciones que hacen aún más dudosa su credibilidad.
De liderazgo, ni hablar: no sabemos realmente quién manda.
Hasta ahora cada uno de los regidores hace lo que puede; por lo menos no quieren pasar inadvertidos, aunque en esos intentos algunos salgan más raspados por su inexperiencia y soberbia; otros tantos nadan de muertito; calladitos se ven más bonitos.
Estamos casi a la mitad de su mandato y no se ve por dónde. Las voces de inconformidad son aún más fuertes y los reclamos mayores.
Esperemos que nuestra sherpani nos lleve por lo menos a la mitad de la montaña, donde podamos esperar a un verdadero líder que saque del estancamiento a Huajuapan de León.