sábado, 15 de agosto de 2009

Reportaje de la semana: Hoteles, resguardo de “Las Goteras”




(Segunda y última parte)

Abril Valdez



Catorce días pasaron y el Jetta color rojo, modelo 2008 con placas TJY3780 de Oaxaca que la banda de “Las Goteras” robó en las instalaciones del motel Talismán al joven Carlos Alfonso García Jiménez el pasado 31 de julio, luego de haberlo narcotizado junto con otros dos amigos poniendo en riesgo su vida, apareció. Fue abandonado en el bulevar Tierra del Sol, en las inmediaciones del DIF de Huajuapan. Estaba semidesvalijado y con los vidrios rotos.

El hallazgo no fue producto de un trabajo de investigación, sino una casualidad, un hecho que registró primero Tránsito del Estado a través de una llamada anónima y que luego fue atraído por la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), cuando descubrieron que era el auto robado. No obstante, las autoridades de la Subprocuraduría Regional de la Mixteca dicen que “pronto darán un golpe a esta banda”.

Un extraño “abandono”, luego de que las tres mujeres ejecutaron un plan –descrito en la averiguación 544– que incluyó la pedida de un aventón en la esquina de Antonio de León y Colegio Militar, alrededor de las 9:30 de la noche; el “coqueteo” de las dos mujeres jóvenes, que dijeron estar de visita y ser originarias de Cuautla, Morelos. Como seña particular, una de ellas, de aproximadamente 15 años de edad, tiene una cicatriz en la ceja derecha, es blanca y tiene verrugas visibles en el cuello.
También la sugerencia a tener sexo placentero, no sin antes invitar a los jóvenes a bailar al bar “Ocho segundos” y luego a seguir la fiesta en el bar “Arrieros”, donde bebieron cerveza y luego decidieron entrar al motel de la carretera a Mariscala, lugar en el que, al igual que en muchos otros, no hay registro de quien entra y sale, sin importar cuántas personas ocuparán la habitación, ni si se trata de menores de edad; tan sólo con pagar el alquiler, que asciende a 170 pesos, la noche es libre.

Iniciaron los besos, los chocolates con la sustancia que droga, hasta que los jóvenes perdieron el conocimiento. Luego, a las 6:00 de la mañana, un hombre corpulento y moreno salió del lugar manejando el auto, acompañado de las dos mujeres y una más, la de aproximadamente 35 años de edad, jefa de la banda y que en otros casos se ha hecho pasar por profesora, con el botín que también incluía las pertenencias personales, carteras y teléfonos celulares de los incautos.

Y es que no hay reglamento que controle la entrada a los moteles, ni obligue a los propietarios a tener un registro, ni siquiera a pedir una identificación.

Según refiere la regidora de Salud del ayuntamiento de Huajuapan, Guadalupe del Castillo Cueva, lo único que inspeccionan en estos negocios es la higiene y la renovación de la licencia anual. Y aunque reconoce que diversos hechos delictivos se han registrado en moteles de la ciudad, no hay un plan de trabajo donde también intervenga la regiduría de Seguridad Pública.

Uno más en el hotel “Lima”

El “Hotel Lima” de la calle 5 de febrero fue escenario del hallazgo de Víctor Antonio Cruz Ruiz, trabajador, desde hace un año y medio, de Avícola San Andrés, padre de dos niñas de 4 y 2 años de edad, a quien “Las Goteras” han dejado secuelas físicas, sicológicas, emocionales y económicas, luego de haberle robado, el pasado 2 de julio, una camioneta Nissan modelo 2006 color roja con plataforma, propiedad de Gregorio Casiano Domínguez, dueño de la empresa y quien llegó a Huajuapan desde 1996.

“Gracias a Dios estoy vivo”, dice al contar que el informe médico que le practicaron los peritos en la Subprocuraduría Regional de la Mixteca arrojó que la sustancia con la que lo drogaron las mujeres era fentanyl, que se administra a los caballos para incrementar su potencia en las competencias; y que solamente porque se mantuvo siempre despierto no cayó en un coma, del que quién sabe si hubiera podido salir.


Su jefe no lo despidió, pero si le perdió la confianza y le ha rebajado el sueldo, aunado a que está percibiendo menos ganancias por comisión, ya que su desempeño no es el mismo: como que sigue en el letargo, con el miedo, la impotencia y el coraje.

Al igual que la familia “N”, que fue víctima del robo de sus volteos a manos de esta banda, Víctor Antonio también dice saber dónde están las delincuentes; pero prefiere “no mover las agua porque sabe que se trata de una red”, aunque también señala que “si un día se las encuentra de frente, no dudaría en hacer justicia por propia mano”.

El visitó con las delincuentes los bares “Manolos” y “La Escondida”; luego el hotel “Lima”, ubicado frente a Aurrerá, de donde salió drogado a las 7:00 de la mañana, perdido y sin la camioneta cuyo valor es de 75 mil pesos.

El dueño del Hotel Lima, Antonio Lima López, niega que en su hotel haya ocurrido algún tipo de ilícito; asegura que lleva un control de entradas, que piden identificación pese a la molestia de los clientes, y dice que hasta el momento no ha llegado al lugar personal de la AEI.

Empresarios, sector vulnerable

Gregorio Casiano Domínguez, dueño de Avícola San Andrés, que se ubica en la carretera a Mariscala, junto a la entrada de Rancho Solano, dice que los agentes estatales de investigación le pidieron dinero para agilizar la investigación y que les otorgó un primer pago de mil 200 pesos, con el argumento de que ya habían encontrado su camioneta, aunque se trataba de una equivocación. El dinero no regresó, menos los más de 4 mil que se ha gastado en papeleo y abogados; incluso llegó a ofrecer 15 mil pesos para recuperar el vehículo.

Dice que lo que le llama la atención es que hay varios casos y que no haya una investigación seria y profunda. “Es denigrante para nosotros, humillante, ¿cómo es posible? ¿qué será… complicidad entre las autoridades? Se me antoja pensar que si”, reflexiona.

Comenta que la sucursal de Acatlán de Osorio, a la que estaba destinado el vehículo, ha sufrido las consecuencias: la perdida semanal de 5 mil 600 pesos, el recorte de salarios a la docena de trabajadores e incluso –también por los efectos de la crisis– el cierre intermitente del negocio.

Además, han aumentado sus gastos en sistemas de seguridad, seguros para los vehículos y también para los trabajadores. Y es que no es la primera vez que la delincuencia lo ataca: en 2006 sufrió el robo de otra camioneta en el auto lavado “Sonora” en la colonia Sinaí, aunque posteriormente la encontró desvalijada en San Jerónimo, Silacayoapilla. También fue víctima de un asalto en su domicilio de Santa María Xochixtlapilco, donde 3 personas le quitaron 120 mil pesos en efectivo.

Asimismo, lamenta que su trabajador no sea el mismo: “Todavía esta aturdido, no tiene la misma agilidad”. Antes percibía mil 600 pesos a la semana más comisiones, ahora gana tan sólo mil lo que afecta a su familia.

Podrían ser engaños, dicen las autoridades

Pese a estos datos, la AEI dice que hay una nueva modalidad de engaño a las autoridades: se trata de jóvenes que se drogan y alcoholizan, juniors que dejan sus unidades en el abandono, sin saber en qué lugar, y luego inventan historias para no caer ante sus padres. Como éstos, dicen tener 6 casos registrados.

Sin embargo hay dos trabajadores, padres de familia, que pudieron haber perdido sus empleos y su salud, y los jóvenes ver truncado su futuro, casos que están en espera de castigo y que exigen acciones contundentes para evitar que haya más víctimas.

Escríbeme a abrilvaldez04@live.com.mx

No hay comentarios: