sábado, 13 de junio de 2009

ELECCIONES 2009. Aunque no sea diputado federal, seguiré siendo un luchador social: Martínez Soriano


Francisco Círigo

Después de casi dos décadas de “militar” en las filas del abstencionismo y del apartidismo; de participar activamente en el movimiento del magisterio y de la APPO en 2006; y de pasar nueve años en la cárcel acusado de ser fundador e ideólogo del Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo (PROCUP), Felipe Martínez Soriano dice estar convencido de que “la democracia se tiene que ganar por la vía electoral, no por la de las armas”.

El actual candidato de la coalición Salvemos a México (PT-Convergencia) a la diputación federal por el distrito 03 con cabecear en Huajuapan está consciente, sin embargo, de que en México “los partidos grandes se comen a los chicos; el IFE no actúa como debe ser; y se viola la voluntad soberana del pueblo”, por lo que “no hay realmente una seguridad para poder decir ‘yo voy a ganar’”. Pero advierte: “Aunque no sea diputado federal, seguiré siendo un luchador social”.

Rector de la UABJO, protagonista de uno de los episodios más difíciles de la historia de la universidad, que culminó con la caída del gobernador Manuel Zárate Aquino a mediados de la década de los ’70, Martínez Soriano afirma que, después de esperar desde el abstencionismo que los cambios políticos y sociales se dieran en México, llegó a la conclusión de que en momentos de crisis como los que actualmente vive el país es cuando se requiere con mayor urgencia la participación política.

Reconoce que la empresa es difícil, sobre todo porque es postulado por partidos “chicos” a los que el gobierno “pretende aniquilar”, pero considera que su participación en esta contienda puede ser una oportunidad para impulsar el movimiento social que sigue siendo “un proletariado sin cabeza”, como lo definía José Revueltas. “Yo quisiera buscar la mejor forma de organización para poder avanzar en lo que nos interesa, que es la defensa de la soberanía nacional”, subraya.

Martínez Soriano asegura que “la epidemia más grande que azota al pueblo de México es el hambre, la desnutrición, la falta de trabajo, el abandono del campo, y no la epidemia ésta (la influenza humana) que ha sido más mediática y politiquera”.

Por eso, establece sus prioridades, en caso de que el voto de los ciudadanos lo lleve a la Cámara de Diputados: la educación “que es arma y defensa para la libertad integral y para sacar al país del atraso”; la atención a la salud, para evitar que la gente siga muriendo de enfermedades prevenibles; la situación del campo, que sufre de abandono; y la alimentación, porque en México hay una desnutrición “masiva y selectiva” que en el caso de la Mixteca llega al 70 por ciento de la población.

Reitera que una de sus principales motivaciones para aceptar la candidatura fue ver que en la Mixteca hay pueblos donde la gente sigue tejiendo la palma para ganar 50 pesos por una docena de sombrero; donde hay gente que sigue tejiendo en cuevas; donde las mujeres venden su pitaya a precios muy bajos; donde la gente está en el olvido. Y concluye: “Eso es lo que tengo que denunciar; y aunque no sea diputado federal, yo seguiré siendo un luchador social que va a denunciar esas cuestiones; eso es lo que me anima, lo demás… me tiene sin cuidado”.

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